THC, ¿qué es?
El THC conocido además tetrahidrocannabinol, es la sustancia del cannabis que provoca los efectos psicológicos. Cuando consumimos marihuana buscamos que esta nos brinde un efecto y sensación magníficos, pero ¿sabemos qué produce tan amado resultado?.
La planta de marihuana puede llegar a producir más de 400 sustancias químicas distintas a lo largo de su estructura. Sin embargo, solo algunas de ellas, formadas en los extremos y sobre todo en los cogollos que crecen en sus ramas, participan activamente en la creación del esperado resultado.
De estos elementos motivadores del consumo de marihuana podemos destacar por encima de todos los demás al famoso THC.
¿Qué es el THC? ¿qué hace el THC?
Fue descubierto hace poco más de 50 años en el Instituto Weizmann de Ciencias en Israel. El THC conocido científicamente como delta-9-tetrahidrocannabinol o Δ9-THC, es un cannabinoide que produce la planta de la marihuana en forma de resina que contiene unos altos índices de protección frente a la exposición directa al sol. Sobre todo contra la radiación ultra violeta y también se especula que sea un mecanismo de autodefensa en contra de animales herbívoros.
El THC es un compuesto cuya solidez varía en función de la temperatura. Puede alcanzar una consistencia vítrea a bajas temperaturas mientras que en ambientes cálidos se vuelve viscoso, pegajoso y oleoso. En ese estado tiene una gran resistencia a ser disuelto en agua pero no con lípidos o alcohol.
Su entrada en el organismo origina efectos psicoactivos al intervenir en los receptores cerebrales CB1 y CB 2 siempre y cuando sean la variable delta 9 o delta 8. No obstante, esta última origina principalmente una potenciación del apetito del individuo y unos efectos psicoactivos menores que su símil por lo que es menos interesante su consumo.
Cabe también mencionar que la marihuana ha sufrido una gran discriminación y muchas trabas en su consumo y estudio. Al ser considerado un tema tabú e inapropiado se le ha creado una atmósfera de rechazo y mitos que ennegrecen su realidad. Actualmente, esas sombras se están disipando por medio del cambio de percepción que se está teniendo sobre la planta.
Gracias a estudios e investigaciones científicas más amplias, se han determinado que la marihuana es 2 veces menos adictiva que el alcohol y hasta casi 3 veces menos adictiva y dañina que el tabaco.
¿Cómo se crea el THC?
La planta de cannabis contiene grandes cantidades de ácido cannabigerólico (CBG) a partir del cual surgen muchos de los cannabinoides más populares por sus efectos al consumirlos tales como el CBD, el CBC y el todo poderoso THC. Éste ácido sufrirá distintas transformaciones en función de aspectos como humedad, calor o iluminación que alterarán la cantidad fabricada de cada uno de los elementos mencionados.
En el caso del THC, el ácido cannabigerólico deberá ser influenciado por el calor y la luz, principalmente, para poder transformarse en otro componente ácido llamado tetrahidrocannabílico (THCA).
A partir de este componente, se formará el último antepasado del THC puro: una enzima llamada THC sintasa. La diferencia entre el THCA y el THC es que la primera tiene una mayor concentración de átomos de carbono, hidrógeno y oxígeno en composición atómica.
Éstos deberán ser suprimidos para conseguir la refinación de la enzima permitiendo que mute a nuestro ansiado THC puro a través de un proceso denominado descarboxilación provocado principalmente por el paso del tiempo o por la exposición directa a la luz del sol y a temperaturas cálidas.
Efectos del THC
Nuestro cuerpo fabrica de manera natural algunos elementos cannabinoides que participan activamente en el traspaso de información entre neuronas en la sinapsis en el sistema nervioso. Éstos cannabinoides, de entre los que cabe destacar la anandamida, cuentan con el apoyo de unos receptores dedicados a ellos llamados receptores CB1 y CB 2.
En el sistema nervioso se transmiten las informaciones y órdenes necesarias para la correcta funcionalidad del placer, la memoria, el razonamiento, la capacidad para concentrase y coordinar adecuadamente los movimientos del cuerpo, además de controlar la percepción espacio-tiempo del individuo.
El THC y los demás componentes psicoactivos de la marihuana comparten una enorme similitud estructural y atómica con los cannabinoides presentes en el cuerpo humano.
El THC y sus similares, usurpan el espacio de los cannabinoides humanos en los receptores de los tipos mencionados, alterando el normal funcionamiento del sistema nervioso con efectos variados en función del área del cerebro afectada aunque principalmente destacan los siguientes:
- Corteza cerebral: Esta área se encarga principalmente de las funciones racionales, de percepción y de memoria del individuo por lo que cuando el THC ocupa sus receptores cannabinoides se produce una alteración de la conciencia con efectos como distorsiones de la memoria con ocasionales delirios y alucinaciones.
- Hipotálamo: Se ocupa de regir el proceso metabólico y por tanto, del apetito. Es por ello que cuando el THC interviene en él, se altera su normal funcionamiento produciendo una sensación de hambre.
- Tronco cerebral: Entre sus funciones destacan el control de la presión sanguínea, el ritmo cardíaco y el reflejo vomitivo, por lo que el THC produce un alivio de las náuseas, reducción de la presión sanguínea y somnolencia.
- Hipocampo: Se encarga exclusivamente de almacenaje de recuerdos por lo que el THC produce discapacidad en su rendimiento.
- Cerebelo: Gobierna las habilidades motoras y al estar bajo el efecto del THC la coordinación se ve degradada.
- Amígdala: Gobierna las emociones. el tetrahidrocannabinol reduce la ansiedad y ayuda a combatir recuerdos traumáticos y la hostilidad. En casos extremos puede producir pánico o ansiedad.
Además de estos efectos aislados en función de áreas concretas en las que actúe, el THC también activa el sistema de gratificación del cerebro, el mismo que funciona como generador de placer cuando tenemos relaciones sexuales o nos alimentamos. Éste hecho hace que el cerebro libere cantidades sobrenaturales de dopamina que se encarga de hacernos sentir placer y es el objetivo que buscan los consumidores recreacionales de marihuana.
Cuanto dura el THC en el organismo
Duración del THC en el cuerpo
Si bien el THC es el principal elemento por el que se consume la marihuana, las pruebas antidroga no persiguen a este elemento, sino que buscan detectar un elemento llamado THC-COOH.
Éste metabolito se genera en el hígado cuando el THC llega al mismo y este empieza a descomponerlo de manera que el THC puro realmente desaparece relativamente rápido mientras que el THC-COOH permanece en el cuerpo muchísimo más tiempo.
Aunque cada unidad de control establece unos niveles de corte para determinar si el individuo se encuentra acorde a los requisitos de conciencia de la ocupación a desempeñar, el nivel más utilizado es el de 50 ng / ml (nanogramo por mililitro).
Pero hay que aclarar que estos niveles de cortes dependerán de la actividad que deba realizar el testado, ya que para actividades que necesiten gran precisión y una estado mental claro, se pondrán parámetros mucho más estrictos llegando incluso a niveles de corte inferiores al 20 ng / ml.
Tomando esto en cuenta, debemos decir que la duración del THC en el organismo no es algo constante y fácilmente calculable, ya que hay una multitud de factores que intervienen directa e indirectamente sobre el mismo. Entre estos factores podemos considerar:
- La propia planta: si bien el THC es el elemento con una mayor presencia en la marihuana, su concentración dependerá del tipo de planta que sea. Además, los procedimientos realizados por el cultivador también influyen en la concentración y calidad del mismo, ya sea por el cuidado y alimentación de la planta, además del momento de la cosecha, que como ya te hemos explicado en otras publicaciones, es uno de los momentos más influyentes en la determinación de la cantidad y calidad del THC, puesto que una cosecha muy prematura puede llevar a conseguir un THC poco oxigenado e inmaduro, mientras que si la cosecha se lleva a cabo demasiado tarde se conseguirá un THC oxidado y por tanto "pasado", lo cual significa que no se conseguirán ni los efectos, ni el sabor buscado.
- La cantidad consumida de marihuana.
- La forma de consumo: está comprobado que la forma en la que la marihuana sea consumida afectará directamente a la absorción de esta sustancia, siendo la vía aérea la mejor manera de obtenerlo, es decir, fumándolo. Técnicas de consumos como infusiones, o comiéndola provocan unos ratios de pérdida del THC muy elevados por lo que no se consiguen buenas concentraciones del mismo en el organismo.
- La frecuencia de consumo: esta es la variable más importante de todas puesto que está comprobado empíricamente que el tiempo de presencia del THC en el organismo en directamente proporcional a la frecuencia de consumo, es decir, a cuanto menos lo consumamos, menos tiempo permanecerá en el organismo, y viceversa.
En cuanto a la frecuencia de consumo, podemos clasificar a los usuarios de la marihuana en 3 grupos principales:
- Primerizos o consumidores ocasionales: hablamos de aquellos individuos que consumen por primera vez o que lo hacen en menos de una ocasión al mes. En estas personas el THC-COOH permanecerá latente en el cuerpo entre 1 y 4 días después del consumo y su concentración siempre estará por debajo del umbral de 50 ng / ml.
- Usuarios habituales: son aquellos consumidores que usan la marihuana al menos 3 veces por semana y por este consumo habitual, esta sustancia estará presente en el organismo hasta unos 10 días después del consumo aunque dependerá del metabolismo del individuo, ya que se han llegado a encontrar casos de presencias superiores al mes tras el consumo en consumidores habituales. Las pruebas siempre encuentran concentraciones entorno al umbral de 50 ng / ml en estos usuarios.
- Usuarios extremos: hablamos de aquellas personas que claramente tienen una adicción que les lleva a consumir marihuana de manera indiscriminada y repetidas veces en un día. Estas personas pueden tardar hasta casi 3 meses en eliminar el THC-COOH de su organismo el cual superará el umbral medio de 50 ng / ml.
Pruebas de detección del THC (pruebas de sangre, saliva, pelo u orina)
Como hemos dicho anteriormente, las empresas o la propia seguridad vial y de carretera utilizan pruebas para la detección del THC en el organismo de trabajadores y conductores para determinar si pueden llevar a cabo determinadas actividades. Éstas pruebas son muy variadas y cada una alcanza una determinada efectividad en función del elemento analizado.
Cuanto dura el THC en la sangre
Es difícil determinar cuanto dura el THC en sangre porque dependerá de la cantidad que se haya tomado además de la frecuencia. El análisis de sangre es el más efectivo a corto plazo. Es por ello que cuando ocurre un accidente de tráfico, por ejemplo, al causante se le practica este test para detectar con precisión la posible presencia de drogas que alteren su comportamiento y raciocinio.
Con esta prueba se puede determinar con asombrosa exactitud la presencia de THC activo en sangre y no hay manera de engañarlo. El principal problema de esta prueba es que el THC se va a absorbiendo paulatinamente en los tejidos del cuerpo por lo que su concentración en sangre disminuye relativamente rápido tras pasar algunas horas.
Al fumar, la absorción es extremadamente rápida, al transcurrir aproximadamente 9 minutos es cuando se obtienen los máximos niveles de THC.
Cuando pasan los 15 minutos, esta sustancia en sangre se reduce de forma considerable, llegando a alcanzar niveles muy bajos pasadas las dos horas, ya que esa sustancia se expande a los tejidos y se produce la metabolización en el hígado.
Si se consume una cantidad pequeña, el transcurso de 3 a 12 horas puede ser suficiente para que no sea detectable. No obstante, cuando se tratan de dosis más altas se necesita incluso un día o entre 7 y 27 horas.
Estos datos están pensados para consumidores poco habituales. En los fumadores habituales, el THC puede estar presente hasta 1 mes después de haber consumido.
Con todo esto, podemos concluir que aunque en fase de experimentación, o con una larga trayectoria de eficacia, lo que está claro es que el mundo del THC es un mundo complejo que tiene mucho que ofrecer en el ámbito terapéutico. Los científicos ya lo saben desde hace varias décadas y siguen estudiando y analizando para demostrar todo su potencial.
Ahora tan solo tenemos que librarnos de los miedos a sus efectos psicoactivos y quererlo tanto como al CBD, porque la combinación de ambos Cannabinoides, junto con el resto de componentes de esta planta, nos puede llegar a ofrecer una serie de beneficios que no debemos desaprovechar.
Cuanto dura el THC en la saliva
La saliva es el fluido más fácil de analizar ya que no requiere intimidad ni medios demasiado técnicos para su análisis.
Esta prueba es la más utilizada en empresas ya que determina con exactitud si el trabajador se ha drogado en las horas previas a su jornada laboral. Pierde efectividad a partir de las 24 horas tras el consumo, aunque, como siempre, dependerá de los factores mencionados anteriormente.
Cuanto dura el THC en la orina
Las pruebas de orina son los métodos con un mayor periodo de detección, el cual se puede extender durante días tras el consumo. Son las pruebas más frecuentes aunque poco a poco están siendo sustituidas por las pruebas de saliva que son mucho más cómodas de realizar.
Si se consume por primera vez, los efectos pueden prolongarse entre 1 y 6 días después del consumo.
Una persona fumadora poco asidua, con un promedio de 1 o 2 veces al mes puede dar resultados positivos en un lapso de 7 a 13 días. No obstante un fumador frecuente puede llegar a tardar incluso dos semanas en desechar totalmente esta sustancia.
Incluso se estima que los fumadores frecuentes pueden tardar en eliminar completamente esta sustancia de la orina entre 45 y 90 días.
Cuanto dura el THC en el pelo
Por último, tenemos la prueba del pelo. Ésta es la más clara de todas ya que esta sustancia queda perpetuamente fijado en las capas que se hayan formado tras el consumo, lo cual le permite al laboratorio determinar con exactitud el tiempo transcurrido desde el consumo.
Sin embargo, la principal desventaja que presenta este método es que el THC también se adhiere con facilidad al cabello sin pasar por el interior del organismo, es decir, que si nos encontramos en un ambiente en el que se esté fumando, nuestro pelo puede absorber el THC en el aire y dar positivo luego en la prueba.
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