Nuestra amada marihuana puede ser cultivada de muchas maneras diferentes. Sin embargo, hay una que predomina sobre todas las demás por una serie de motivos: el cultivo de marihuana en maceta.
El cultivo de marihuana en maceta es el método más utilizado para plantar cualquier tipo de vegetal en nuestras casas. Todos tenemos o hemos tenido una maceta en casa.
Cultivando en maceta adaptamos lo que cultivemos a nuestro clima y a nuestros medios disponibles. Sin embargo, hay una serie de pautas que no podemos flexibilizar, ya que sería atentar contra la naturaleza de la planta. Pero antes de hablar exclusivamente de la marihuana, explicaremos las ventajas de la planta en maceta.
Índice de contenidos
¿Por qué cultivar marihuana en maceta y no otro tipo de plantación?
Espacio
Partamos por lo obvio: el espacio. España es un país territorialmente pequeño, lo cual obliga a que nuestra cultura se centre en el vivir bien pegados. De aquí se explica perfectamente la inmensa cantidad de edificios que forman nuestras ciudades en donde las casas quedan apartadas a las afueras o zonas residenciales más exclusivas.
La cultura de la vivienda entendida como un «piso» repercute en nuestros hábitos de vida, desde la alimentación hasta los muebles que utilizamos. Es por ello que, inevitablemente, también repercutirá en qué plantas cultivamos en el reducido espacio que tenemos. De manera automática esta realidad, que si bien no es absoluta a toda la población, sí que es mayoritaria, elimina la posibilidad de cualquier otro tipo de cultivo como pueden ser el hidropónico, o plantas sembradas directamente en el suelo.
Un entorno en el que no puedes construir un complejo sistema de riego ni abrir el suelo para poner tus plantas te hará optar por utilizar macetas para desarrollar tu cultivo.
Presupuesto
Por otro lado, también tenemos que mencionar el coste. No es lo mismo ir con una botella regando tus macetas de manera controlada y extraer el agua a través de poner la botella bajo el grifo que tener que instalar todo un sistema de mangueras a las que regularles la presión y ejercer el mantenimiento que tal sistema necesitaría.
Si hablamos de un cultivo hidropónico, nos encontraríamos frente a una estructura semi-colgante o de estructura especial cuyo valor de seguro no será accesible para cualquiera, y mucho menos de aquellos que quieran cultivar solamente por diversión.
Movilidad
Como última referencia a la positividad de usar maceta, es su fácil transporte y colocación. No requeriremos de grandes tiempos ni materiales para mover estas plataformas donde más nos convenga. En otros métodos de cultivo, el traslado de las plantas es directamente imposible.
Cultivo en maceta
Como es evidente, tendremos que escoger de manera correcta el recipiente que hará de plataforma en la que desarrollar nuestra planta. Aunque cada cultivador tiene sus preferencias (cosa que se repite con cada consejo que te demos en esta publicación) podemos convenir que, en líneas generales, las mejores plantaciones se desarrollan en macetas cuya capacidad oscila entre los once y veinte litros.
Esto en el caso de las semillas autoflorecientes pero en el caso de semillas regulares (sin modificación genética o sexualización) serán necesarias macetas de mayor capacidad pues estas plantas crecen a tamaños naturales, los cuales extienden muy largas raíces.
Tales macetas, obviamente, tendrán agujeros en su parte inferior de manera que se puede realizar un drenaje óptimo a la vez que contendrán una única planta de marihuana. Varias plantas juntas en el mismo recipiente pueden acabar por agotar el sustrato a un ritmo mucho más grande de lo que una sola planta hace.
La solución para este problema parte por nutrir más la tierra, lo cual plantea el problema del exceso nutritivo, que difícilmente estará bien repartido, alimentando a las plantas que contenga por igual.
Enriquecimiento del sustrato
Otro punto a cuidar, como acabamos de resaltar es la tierra, pues el sustrato es fundamental en el correcto desarrollo de lo que sea que contenga. En el caso de la marihuana, existen sustratos especialmente pre-tratados para que esta se desarrolle en perfectas condiciones sin tener que invertir mucho esfuerzo en adecuar la tierra a la misma.
Aunque usemos un sustrato especializado para el cultivo de marihuana, este habrá que adecuarlo para poder cultivar correctamente. Esto se debe a que el entorno en el que hagamos todo influirá en algunos aspectos como pueden ser la humedad o el pH de la tierra, siendo ambos puntos esenciales en el cultivo de nuestra amada planta.
Es por ello que a la tierra habrá que aplicarle un tratamiento especial de abonos en las cantidades y proporciones que se nos indique en el recipiente del mismo. Dejemos claro que es mejor apostar por abonos fabricados concienzudamente por expertos y no optar por un abonado artesanal.
Podremos saber el estado del sustrato a través de aspectos como el color o su solidez, ambos mostrando carencias o excesos de determinadas sustancias. Una vez que te hayas ocupado del sustrato y su acondicionamiento podremos proceder a la germinación de las semillas.
Simbiosis con el sustrato
Cabe señalar que cultivar cannabis en tierra permite que la planta cree una relación simbiótica con los organismos microbacterianos que viven en ella, a la vez que cualquier tipo de error en la nutrición del mismo puede ser más fácilmente solucionable que un despiste en cultivo de nutrición directa (hidropónicos).
Para que esa compenetración entre la planta y los microorganismos tenga lugar, tendremos que asegurarnos de retirar cualquier resto de plantas o animales que pudiesen yacer muertos en el sustrato o, aprovecharlos y descomponerlos a modo de abono natural. También será necesario crear una capa protectora de raíces que mantenga a estas libres de parásitos o enfermedades.
La parte positiva de este apartado del cultivo es que podemos introducir nosotros mismos las cepas de microorganismos que creamos oportunos para nuestro cultivo, por ejemplo con la maravillosa Trichoderma Harzianum: una micorriza que forma parte de los mejores insecticidas respetuosos con las plantas de marihuana.
Sin embargo, no debemos olvidar que el procedimiento descuidado en el cultivo de nuestras plantas puede acarrear la introducción de plagas negativas para la marihuana.
Riego
Por último, no debemos olvidar la profunda importancia de que la planta se mantenga hidratada. El riego se encuentra se encuentra entre las actividades más importantes en el cultivo de una planta, si es que no es la primera.
Aunque la frecuencia y cantidad del riego dependerá del tipo de cultivo que tengamos y de cómo aireamos, iluminamos y protegemos la planta.
A grandes rasgos, podemos decir que el riego por goteo puede ser la mejor manera de no estresar la planta con exceso de humedad.
En el caso de que no podamos recurrir a un sistema de goteo, regaremos la planta por la mañana para que el sustrato se mantenga mojado a lo largo de la jornada, siendo la cantidad de agua vertida proporcionada al tamaño y a la fase en la que se encuentra la planta, además de la temperatura y el volumen de tierra que la contenga.
¿Qué tipo de macetas deben usarse para el cultivo de marihuana?
Actualmente nos encontramos diferentes tipos de macetas para el cultivo de cannabis, dependiendo de donde cultivemos o qué tipo de maceta se utilice obtendremos unos resultados u otros.
No todas los tiestos son iguales, entre ellos se pueden encontrar diversos elementos que las diferencian, como puede ser su sistema de aireación o la forma de tratar las raíces.
En principio, podemos clasificar los tiestos en 2 grupos: las macetas de plástico y las macetas de tela.
De tela solo nos encontramos con un modelo pero existen diferentes tamaños. Son un tipo de maceta bastante novedoso que ha tenido un gran éxito, ya que ofrece ventajas como una mejor aireación del sustrato y sistema de raíces y su poda natural.
Sin embargo, dentro de las macetas de plástico nos encontramos con diversos modelos. Detallaremos todos los modelos con todas sus características para que se puedan distinguir unas de otras con facilidad.
Nuestras plantas se van a adaptar al tipo de maceta en la que están plantadas y se van a desarrollar dependiendo de ello. Es normal que cojan la forma de la maceta, por tanto si plantamos en una maceta cuadrada, la planta crecerá con esta forma y al mirarla desde arriba podemos observar como se ha desarrollado en forma de una X perfecta.
Del mismo modo, si la maceta en la que cultivamos es más honda que alta, la planta va a crecer más a lo alto que a lo ancho.
Si el tiesto elegido es redondo, se puede observar desde arriba que la planta va perdiendo su simetría durante su crecimiento, desarrollándose con ramas que crecen hacia todos los lados, criándose casi tan ancha como alta, una planta casi redonda, casi con la misma forma de la maceta.
Antes de iniciar nuestro cultivo, debemos tener claro qué tipo de tiesto se va utilizar, puesto que aunque pueda parecer un factor que no tiene importancia, si que la tiene, siendo determinante en la excelente culminación de la cosecha, puesto que elegir correctamente el tipo de maceta para cultivar, va a afectar de forma directa en la salud de la planta y un uso eficiente del espacio de la zona de cultivo.
Dependiendo de donde cultivemos o qué tipo de maceta se utilice obtendremos unos resultados u otros.
Tipos de macetas para el cultivo de marihuana
Maceta de plástico cuadrada
Se trata de las macetas más utilizadas en los cultivos de cannabis. Éstas tienen unos tamaños y formas específicos que son perfectas para su óptima colocación y aprovechamiento del espacio disponible.
Poseen una forma más honda que ancha que facilita que la planta crezca más alta que ancha. Son perfectas para cultivar en interior y aprovechar al máximo el espacio, ya que se pueden colocar en cuadricula, desde el inicio, unas pegadas a otras, hasta ir sepárandolas, puesto que las plantas crece con forma cuadrada.
Entre las macetas de plástico cuadradas podemos encontrarlas de color blanco o negro:
- Maceta de plástico cuadrada negra: Este tipo de maceta está indicado para interior debido a que la potente luz no va a penetrar en el negro del tiesto y al o recibir luz directa no se van a calentar.
- Maceta de plástico cuadrada blanca: Las macetas cuadradas blancas son aptas para el cultivo de exterior, en donde el color juega un papel muy importante, ya que rebota la luz del sol, impidiendo que el sustrato se caliente demasiado, de modo que se evita el estrés en las raíces.
Maceta Blanca Especial Autofloreciente
Es un tiesto de color blanco de 18L, ideal para cultivar plantas de marihuana de variedad autofloreciente, de tamaño más grande. Al tratarse de plantas que tardan unos 3 meses en realizar su ciclo completo de vida y permanecer en exterior, tienen la necesidad de una gran cantidad de sustrato para que su raíz se desarrolle bien y para tener suficiente humedad en al suelo para aguantar sin problemas los días de más calor.
Macetas de rejilla
Son macetas diseñadas para cultivar en hydro o en aeroponía, donde las raíces de las plantas están sujetas en bolas de arcilla y tienen un riego de agua constante. En función del sistema usado se necesitará un tamaño u otro, ya que aquí no vamos a depender del tamaño para tirar más raíces o menos.
Las más pequeñas sirven para los esquejeros, donde hay que tenerlas para sujetar los neoprenos o las bolas de arcilla mientras enraízan los esquejes.
Las más grandes son para algunos sistemas de, como las de 3” para los Amazon de Nutriculture o las de 6” para el DWC Pot de Neptune.
Se trata de unos tiestos muy resistentes y fáciles de limpiar que se pueden usar varias veces.
Macetas Blancas redondas con asas
Estas macetas con asas nos van a servir especialmente para la floración de las plantas de exterior o para las plantas madre de interior. Cuando se cultiva cannabis, hay que ir trasplantándolo, y estos tiestos sirven para los últimos periodos de las plantas, puesto que son muy grandes para plantas aquí desde el comienzo.
Se debe ir haciendo el crecimiento en las macetas cuadradas, trasplantando siempre que la raíz agote la maceta, de 3,5L a 7L, de 7L a 11L y de los 11L de debe pasar a la redonda de 30L.
Normalmente se aguantan en la de 11L hasta que se cambia el fotoperiodo con la entrada del verano y ahí se pasan a las de 30L con una tierra con suficiente nutrición para que se desarrolle una buena floración.
Maceta Aeropot
Son macetas que podan la raíz de las plantas haciendo que nunca paren de salir numerosas raíces secundarias. Cultivando en estas macetas las plantas crecen tan altas como anchas. Van a crecer con forma de arbusto, pues tendrán muchas raíces secundarias que no van a parar de desarrollarse y por tanto no se producirá ningún parón en el crecimiento.
Este tipo de maceta es perfecto para cuando vamos a trasplantar a exterior, consiguiendo plantas compactas y llenas de flores.
Para interior es perfecta para el cultivo de plantas madre, porque podremos sacar numerosos esquejes hasta que hagamos su trasplante.
Con este tiesto las raíces de las plantas van a estar más oxigenadas y se van a alimentar bastante mejor que en una maceta cerrada, pero hay que tener en cuenta que se debe regar poco a poco y evitando el borde de la maceta para que el agua no se salga por los agujeros.
Bolsas de cultivo
Las bolsas de cultivo para marihuana están en auge gracias a su comodidad, pues podemos desecharlas en cuanto acabemos el cultivo, y no tendremos que limpiarlas como las de plástico, de modo que ahorraremos tiempo.
Este tipo de maceta es más alto que ancho y se forma es redonda y alargada, perfecta para cultivar en interior, donde no se molestarán unas a otras. Se podrán plantar numerosos esquejes en poco espacio con las bolsas de 2,2L o las de 4L. También se puede plantar todo tipo de semillas pues están disponibles hasta en 44L.
Para trasplantar son ideales, pues tan solo hay que cortar la bolsa y meter el cepellón en otra más grande o plantárla en el exterior.
Macetas de Tela
Las Smart Pot son unas macetas inteligentes fabricadas en tela flexible geotextil. Libera calor natural que proporciona un medio de cultivo óptimo. Facilita la aireación de las raíces de arriba abajo, y permite que estas crezcan lateralmente y no en círculos.
Se puede usar la lavadora para su limpieza y tenerlas preparadas para un nuevo uso. Está disponible en diferentes capacidades para adaptarse a tus necesidades.
Aquí tienes diferentes tipos de macetas para tu cultivo de marihuana, ahora tan solo tienes que elegir la que más te convenga y ponerte manos a la obra.
Conclusiones
Podemos definir, por tanto, que el cultivo de marihuana en maceta es más fácil de lo que puede parecer al compararlo con otros métodos, mucho más costosos y técnicos que sólo son rentables en el caso de grandes producciones y la posesión de grandes recursos para mantenerlos.
Sin embargo, para el uso más cotidiano y habitual, con una o dos macetas muy bien cuidadas, obtendremos incluso mejores resultados que en las grandes cosechas, donde siempre hay algún ejemplar que se queda menos nutrido y mimado por el cultivador.